sábado, 26 de septiembre de 2015

CÓMO PUEDE LA GRAFOLOGÍA AYUDARTE EN LA ELECCIÓN DE LA PAREJA IDEAL

Ilustración extraída de www.el124.com
Como ya se ha hablado en otras ocasiones, la grafología es una técnica basada en el análisis detallado de la escritura para, a través de los diferentes rasgos que la conforman conocer las características psicológicas de la persona que escribe.

Consideramos que es una buena forma para conocernos a nosotros mismos
con mayor profundidad, y sobre todo de descubrir nuestros puntos fuertes (Características que nos gustan de nosotros mismos y de las que nos sentimos orgullosos) y también nuestros puntos débiles (Aquellos que no nos gustan tanto o que cambiaríamos si nos diéramos cuenta de ellos).

Muchas veces, cuando nos juzgamos somos permisivos y nuestros defectos no nos lo parecen tanto (Estamos acostumbrados a convivir con ellos toda la vida) pero solemos ser más críticos con los demás y les juzgamos con mayor rigidez. No debemos olvidar que todo el mundo tiene cosas positivas y otras que no lo son tanto (pequeños defectos en la conducta como por ejemplo: la pereza, la mentira, el desorden, la irritabilidad…)

La grafología te ayudará a conocerte mejor, sin disculpas ni comparaciones con otros y también sin excusas. Si te conoces en profundidad podrás poner de tu parte los medios necesarios para mejorar y superar aquellas cosas “negativas”, o que no te gustan de ti mism@.

Del mismo modo que te puedes conocer mejor a ti, podrá ser útil también a la hora de conocer a otras personas. Muchas veces, a la hora de iniciar una relación nos preguntamos cómo es la persona que tenemos delante, porque partimos de la base de que al principio, con los deseos de agradar y quedar bien, todos damos una imagen “perfecta”; no nos mostramos tal y como somos en realidad, y cuando nos damos cuenta de cómo es el otro/otra a veces no nos gusta tanto y otras veces nos ha tocado pasar por experiencias desagradables para descubrirlo.

Habitualmente, en las relaciones de pareja, los inicios son románticos y hermosos. Según pasa el tiempo, pueden surgir algunos roces o pequeños conflictos sin importancia, como algún problema de celos, que incluso nos resulta halagador….

Esos problemillas iniciales, pueden ser algo normal, pero a veces se van  agudizando y resultan agobiantes.

En esos momentos es cuando se suele pensar “Si hubiera sabido como era en realidad nunca hubiera salido con el/ella”.

En este punto la Grafología puede ayudarte. Podemos realizar estudios de personalidad si nos facilitas una carta escrita a mano por tu pareja (O posible pareja) firmada. De este modo contarás con más información sobre cómo es en realidad, sus virtudes y sus defectos, aquello que tiene de positivo y aquello que resulta negativo. Incluso si hay algún problema de personalidad grave (Agresividad, infidelidad, egoísmo, celos patológicos…)

Pero también podemos ir más allá: Si contamos con escrituras de los dos miembros de la pareja podemos realizar un estudio de complementación entre ambos: si la relación es viable o si hay características que pueden hacer difícil la convivencia. También os podemos orientar sobre los cambios en la conducta que debería hacer cada uno con el fin de conseguir una relación más positiva ya que con esfuerzo uno mismo puede modificar ciertos rasgos de su carácter.

Incluso podemos ayudaros a modificar vuestra letra para realizar los cambios de conducta deseados, aquellos que os lleven a conseguir una mayor armonía personal y de pareja.

Conseguir una relación estable no es sencillo, adaptarse a otra persona con una educación y valores distintos es toda una tarea. Además la convivencia es difícil porque en el día a día es donde de verdad se ve al otro “al desnudo”, sin “maquillajes” ni adornos.

Antes de adquirir un compromiso serio, una relación estable, sería bueno conocer profundamente a la persona que tenemos delante. O al menos, saber si los caracteres de las personas que van a convivir son compatibles entre sí.

Desde CENPSIGRAF os damos la posibilidad de conoceros, de conocer a vuestra pareja, de saber si sois compatibles el uno con el otro, y también de saber qué deberíais cambiar para llevar una relación más armónica. Todo ello a través de un escrito de cada uno de vosotros.




Carmen Belda García-Fresca
Directora de CENPSIGRAF

viernes, 11 de septiembre de 2015

LA PERICIA CALIGRÁFICA EN OBRAS DE ARTE

Hasta el Siglo XIX lo más importante en los cuadros no era la firma, se valoraba más la escuela a la que pertenecía el pintor o la temática representada, por ello el Perito Calígrafo no tiene ninguna competencia. Hay que tener en cuenta que cada pintor preparaba sus propios lienzos y sus pigmentos, algo que aprendían de sus maestros.

Hoy en día, con análisis químicos se podría llegar a saber si un cuadro pertenece a la época que se dice o si está hecho por un pintor o escuela concreta porque cada una de ellas utilizaba sus propios métodos y mezclas en la preparación de lienzos y colores.

El principal problema de verificación comienza en el S. XX en que se empiezan a comercializar óleos y pinturas de distintos tipos y lienzos preparados para cualquier persona que los quiera adquirir. A partir de ese momento ya no se valora tanto la escuela o la temática de los cuadros sino la firma del pintor que los realiza.

Está claro que falsificaciones las ha habido siempre, pero en el momento actual, además de realizar cualquier prueba de verificación por expertos (Hay personas que se especializan en pintores concretos y conocen perfectamente su forma de manejar el pincel o trazar líneas sobre un tipo concreto de soporte) con análisis del tipo de papel habitual en un pintor, la época de fabricación, tipo de pintura y combinación química del momento en que deberían estar pintados, etc. se impone la autentificación de la firma, ya que es el verdadero sello del autor.  

Es pues, a partir de artistas del siglo XX, cuando se necesita estar seguros de si un cuadro ha sido pintado por el artista cuya firma aparece estampada en el cuadro. Desde hace tiempo ya se solicita el trabajo de un Perito Calígrafo para tener un certificado de autenticidad.

Está claro que también se hacen pruebas del estilo del pintor, de sus temáticas principales… En una palabra, los expertos en arte analizan toda la obra y forma de hacer de cada artista para comprobar si el cuadro que se presenta puede encajar en la época, estilo del momento, etc.

Los Peritos Calígrafos nos ocupamos de la firma únicamente ya que para reconocer y validar la pintura están aquellos verdaderamente entendidos en cada pintor.

Recuerdo un caso en que tuve que verificar la firma de dos dibujos de Picasso (Uno de ellos es el que se puede ver en la ilustración). 

La persona que me los trajo estaba segura de que eran de él, de hecho los había llevado al Museo Picasso para que se los autentificaran y me comentó que “esos no tenían ni idea”. Pude ver los originales porque, aunque los tenía custodiados en una caja fuerte, me los trajo a mi despacho.

Lo primero que hay que hacer en estos casos es obtener fotografías de las firmas del cuadro de cuya autoría se duda y después fotografías de todas las firmas reales del autor, todas aquellas a las que podamos tener acceso. Es prácticamente imposible poder trabajar con originales debido a que los cuadros auténticos están en museos y suelen ser inaccesibles, todo lo más se pueden obtener fotografías, y no siempre. Por ello se recurre a catálogos en los que la firma suele ser visible y fotografías facilitadas por los propios museos o personas que solicitan nuestro trabajo.

En el caso de Picasso conté con varios catálogos que me facilitó mi cliente y firmas obtenidas por distintos medios. Obtuve un amplio muestrario de firmas de distintas épocas y estampadas en distintos soportes (Dibujos, oleos, escritos…) 

Una vez analizado el estilo de la firma auténtica, direcciones, formas de unión, distancias, etc. y comparados todos estos términos con las firmas de que se dudaba llegué a la conclusión de que las firmas de los dibujos no pertenecían a Picasso. Eran imitaciones, algo muy habitual en autores de tanto renombre.
El cliente no aceptó con agrado mi veredicto y al igual que dijo “En el Museo Picasso no tienen ni idea” me dijo que yo no sabía trabajar, que estaba seguro que eran de él, y que terminaría encontrando alguien que se los autentificara.

Está claro que cuando le dices a alguien algo que no quiere oír, y en este caso la cuestión suele ser de mucho dinero, se encuentran reacciones de todo tipo. 

En estos momentos estoy trabajando con varios cuadros falsificados que suponen un verdadero fraude. Conjuntamente con expertos en analizar papeles y estilo del pintor se está llegando a descubrir la verdad.

Esta variedad de Pericia Caligráfica resulta apasionante, sobre todo para aquellos a los que nos gusta el arte y disfrutamos viendo una pintura, pero sobre todo tenemos como objetivo llegar a la verdad sin dejarnos intimidar ni coaccionar en ningún sentido. 

Entiendo que las obras de cada pintor deben permanecer intactas, sin que nadie las manipule o intente lucrarse de forma fraudulenta utilizando su nombre.

Carmen Belda García-Fresca