Es una
terapia basada en el cambio de escritura.
Nuestra
escritura es parte de nosotros y surge de forma espontánea y natural. Para
hacerla, además de la mano (Que es el órgano que la ejecuta, algo totalmente
motor), están implicados otros procesos internos (Como la memoria, los
sentimientos, el gusto estético, la fluidez verbal, el conocimiento del
lenguaje, el estado de ánimo…).
Por esto
mismo, una gran cantidad de áreas cerebrales actúan en el momento de escribir.
Se implican millones de neuronas de nuestro cerebro que crean rutas específicas
para llevar a cabo este proceso.
Pero debemos
tener en cuenta que esas rutas no están cerradas y pueden modificarse, de hecho
lo hacen a lo largo de nuestra vida ya que nuestra escritura está en continuo
proceso de cambio.
La
Grafoterapia aprovecha la gran plasticidad de las conexiones neuronales y
revierte el proceso. Es decir actúa desde fuera hacia dentro del cerebro, de
tal forma que crea las rutas en sentido inverso.
En este tipo
de terapia que se basa en el cambio de escritura, como se ha dicho, se dan pautas concretas para modificar
aquellos rasgos gráficos que inciden en la característica psicológica que se
desea tratar (Mayor voluntad, optimismo, orden, extraversión, sinceridad,
emotividad….) a través de sencillos ejercicios.
El
proceso es lento; se necesita un tiempo, entre cuatro y seis meses para
conseguir el cambio
El proceso lleva
un tiempo, porque para conseguir los objetivos
deseados es necesario que los cambios de la escritura se hagan fijos y se
reflejen en la letra espontánea, es decir que salgan sin prestar atención y de
forma totalmente inconsciente.
Es necesario
realizar unos ejercicios de escritura por la mañana y por la noche, de forma
constante, para conseguir los resultados deseados. Se trata de repetir los
gestos dos veces al día para que se fijen en la mente y para que se formen las
nuevas conexiones neuronales que representarán la modificación definitiva.
Al principio
resulta un poco costoso, pero en el momento en que se adquiere el hábito de
escribir se hace como algo natural, es como una rutina más.
El tiempo
de dedicación no es excesivo para los resultados que se pueden conseguir
Solo es
necesario invertir diez minutos por la mañana y otros diez por la noche para
hacer los ejercicios.
También es
necesario acudir a una sesión semanal al principio que se va alargando (quince
días, tres semanas y un mes) en el momento en que se ha adquirido el hábito y a
medida que se van cumpliendo los objetivos.
Estas sesiones
sirven de control y valoración de la letra y también de ayuda en la superación
de dificultades o problemas personales.
El tiempo
estimado para notar el cambio es de tres meses aproximadamente, tiempo que
puede reducirse un poco con constancia y dedicación. A partir de esos tres
meses se van distanciando las sesiones, siempre en función de las
modificaciones observadas en la letra.
Los
resultados son muy positivos y duraderos
Los resultados
que se obtienen son muy positivos. Siempre se consigue un mayor equilibrio
emocional y estabilidad personal, también se mejora la voluntad y la seguridad.
Esto además de mejorar en los aspectos que cada uno necesita (Sociabilidad,
autoestima, constancia, independencia emocional…) y que generalmente son
aquellos que les llevan a iniciar una terapia de cualquier tipo, si bien es
importante saber que para obtener un resultado la persona que inicia esta
terapia tendrá que ser constante y esforzarse diariamente para ello.
Cabe destacar
que con la Grafoterapia no pueden tratarse problemas médicos o psiquiátricos
que han de valorarse y tratarse desde el campo de la Medicina o de la Psiquiatría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario